domingo, 17 de septiembre de 2006

Cronicas de Rol .:: La Mansión inflamable ::.



Bienvenidos Hijos a este rincón de esta posada donde yo, el Honorable Padre Bernardo Espino, os narrará la historia de un peculiar grupo de héroes, que aun deben demostrarlo.



Amanecia el dia 12 del septimo mes del año 1668 de nuestro señor cuando descansaba de mi peregrinaje en una humilde posada castellana. Decidí unirme a un dispar grupo de aventureros de dudosa decencia para llevarles por el buen camino. Con la misión de darle el santo sacramento del enterramiento prematuro a un noble avalones, partimos sin mas demora en busca de su lujosa morada.

Encontrarla no fue facil, ni entrar en ella tampoco, aunque para no faltar a la verdad, nuestros heroes salierón mas rapido de lo previsto. Tras esquivar a unos caninos menos fieros que un matorral, el Vendelio Bron Thorn y el Vodacce Giani Felicce optaron por la via diplomática mientras el noble Sir Aidan McGrey y el Ussuro Vasily LaCroix trepaban el muro trasero internandose en la habitación mas poblada de la casa, con mas mala fortuna que sigilo.

Tras una serie de sermones propias de un obispo, el gran Bron consiguió enternecer el alma hospitalaria de la criada que les ofrecio algunas humildes viandas. A tanta amabilidad solo pudieron responder de una manera, iluminando las mentes de dos pobres guardias dejando caer sobre ellas el peso de un jarrón y de la Santa Biblia. Que dios guarde en su seno a este Vodacce pecador.

Mientras tanto, Sir Aidan y Vassily mas rodeados que los reinos de Eissen, temian por su vida al ver aparecer varios soldados en aquella habitación llena de temerosos sirvientes despertados por aquel estruendo. El noble, mas asustado que un Montaignes en una cloaca, decidió lanzarse por la ventana con mas temeridad que buen juicio impactando en frio suelo del jardín. Un salto memorable para una caida aun mas memorable.

Abajo, la via diplomatica de Bron y Gianni se agotaba cuando la criada de mediana edad aparecia con la buena compañia de un nutrido grupo de soldados bajando por la escalera. Y ambos, en un gesto de gran heroicismo acordaron agredir a la vieja lanzandola contra los soldados. Gianni, dispuesto a tumbar el mito de la poca virilidad de los vodaccios, no consiguio desplazar a la anciana ni un palmo, a lo que Bron contraataco con el mismo resultado pero atascando su poderoso martillo en la pared de las escaleras.

Aturdido por el impacto, Sir Aidan se incorporó tras la caida y volvió a entrar en la mansión por la puerta de la cocina. Gritando su nombre en alto atravesó varias estancias dispuesto a incinerar hasta el ultimo mueble o habitante de aquella vivienda, pero el ussuro detuvo a su compañero con una de esas muestras de cariño que está acostumbrado a propinar.

Tras escapar todos de la mansión con mas pena que gloria, lo único brillante que sacamos de allí fueron 8 lamparas, cuatro en cada brazo, que afanó "sutilmente" Sir Aidan quedando rebautizado con el apodo de "el luciernaga".

Cansados por la ajetreada noche se decidió posponer la busqueda del noble avalones y descansar en la posada mas cercana del camino. Pero andando tranquilamente topamos con un hombre desnudo encaramado en el muro de una lujosa mansión, cual amante descubierto en deshonrosa situación. Esperando nuestra valiosa ayuda no encontró mas apoyo que el frio suelo contra el que topó al intentar zafarse del peligro que le acechaba. Recogimos al malherido y entramos en la posada mas cercana para darle cuidados.

Pero un giro del destino desveló que el malherido visitante nocturno era el hermano perdido de Sir Aidan "el luciernaga" McGrey. Era bantante evidente dada la marcada afición de ambos a las mujeres y a lanzarse desde grandes alturas usando el craneo como unico freno.



Hasta aquí llega la primera crónica de las andanzas de este peculiar grupo. Y apesar de que alguna cosa mas acosteció aquella noche, no puedo relatar mas porque mas que hechos son sospechas. Ademas, tengo una feligresa esperando confesión y he de atender a mis obligaciones clericales.

Fdo: Padre Bernardo Espino, Cronista de "Batallas"



FRASE del DÍA

"A veces ves a un tio en pelotas y te desconcentras"
Sir Aidan McGrey

2 comentarios:

  1. Mis muy queridos compañeros, gran envidia me ha provocado la crónica de sus recientes aventuras. Una peripecia tal en una taberna de mala muerte sólo puede celebrarse con un buen brindis en la siguiente. De modo que brindad, brindad a la salud de los amigos ausentes. Procuraremos que esa situación no tarde mucho en corregirse.

    Salud!!

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  2. ¿Se va a corregir esta situación?


    ¿Vendras a participar en alguno de los encuentros de la sociedad algun dia?


    Serás bien recibido, siempre que traigas vino, claro esta... jejeje

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